Este año, una vez más, conmemoramos el Día Mundial
de las Personas con Síndrome de Down: 21 de marzo, por el símbolo que conlleva el día. Las
personas con síndrome de Down tienen tres pares de cromosomas en el par No. 21.
Conmemorar este Día, es dar luz, dirigir los
reflectores sobre nuestras niñas, niños y jóvenes con síndrome de Down y sus
familias, dentro de la sociedad en que vivimos.
Y no es que en los demás días ellas y ellos no tengan
importancia en nuestro diario caminar, en nuestros trabajos y anhelos. Todo lo
contrario, día a día nos esforzamos por sus derechos, por la inclusión. Sin
embargo, queremos dar algunas de nuestras razones para conmemorar este Día, así
como lo hacemos con el Día de la Niñez, del Niño, de la Madre, del Docente,
etc.
1. Conmemoramos
que cada vez son más las miradas que se abren a la diversidad y a dejar de
verlos como “enfermos, minusválidos, discapacitados, angelitos", entre otros
apodos. Conmemoramos que los vemos como lo que son: personas con una condición
específica, la discapacidad intelectual, con todos los retos que esta conlleva
y por la cual luchamos y aprendemos a buscar una alternativa de vida.
2. Conmemoramos
a las madres y padres de familia que no se dan por vencidos, que buscan y se
cansan, y vuelven a buscar hasta encontrar con quien hacer equipo para que sus
hijas e hijos aprendan, no lo que los profesionales dicen que “deberían
aprender”, sino lo que las y los niños “quieren y pueden aprender” sintiéndose
exitosos.
3. Conmemoramos
a las maestras y maestros que trabajan por la inclusión. Muchos de ellos, con
sus recursos propios, buscan la capacitación a través de nuestros cursos porque
quieren, porque desean en verdad, hacer el milagro en la vida de estos niños,
dándoles métodos adecuados. Y no sólo hablamos de maestros de primaria y
preescolar, regulares, también hablamos de maestros de Centros de Atención
Múltiple, que buscan incluir a sus alumnos y alumnas dentro de un proceso de
aprendizaje que les de herramientas para la vida.
4. Conmemoramos a terapeutas de lenguaje, aprendizaje, psicólogos, trabajadores sociales,
pedagogos, monitores , que son maestros de apoyo para nuestros alumnos; a sus
directores y supervisores que buscan recursos de programas de educación pública
para llevar capacitación a sus centros. Celebramos a todas y todos ellos por la
inventiva, la creatividad, por la energía que ponen en superar sus límites en
todas las áreas: económicas, de tiempo, de organización, de políticas
públicas. Por qué encuentran la manera de dar prioridad a lo que tiene que ver
con los derechos a la educación de los y las niñas con síndrome de Down, en
toda la educación básica.
5. Por
último, este año queremos resaltar que conmemoramos también el formar parte de
Red Down, una red de profesionistas que estamos al servicio de las familias que
tienen una persona con síndrome de Down, donde hay médicos, terapeutas y
especialistas en muchas áreas del desarrollo.
Así abrimos una cultura de cooperación
y de humildad entre los que colaboramos en esta red, quitando las aureolas de
“super especialistas” y “super expertos” en el tema. Todos aprendemos de todos,
todos necesitamos de todos, todos sumamos más porque eso lo aprendemos en el
trabajo cotidiano: nadie tiene todas las respuestas a todas las preguntas de
nuestras niñas, niños y jóvenes.
Sin embargo, es mucho más fácil encontrar el
camino adecuado cuando lo hacemos desde un lugar de humanidad y logramos
mirarnos más allá de nosotros mismos: con la mirada que nos reflejan las
personas con síndrome de Down, compartiendo lo que somos.
Comentarios
Publicar un comentario